"¿Cuántos caminos debe recorrer un hombre antes de poder llamarlo hombre?"

Soy de Friuli, con mi centro de gravedad en Edimburgo desde 1994.

En ese año, siguiendo los caminos que tomé durante la redacción de la tesis de grado sobre el mundo poético y musical de Bob Dylan , encontré en la tierra de Escocia un ambiente estimulante para un recorrido variado y profesional.

Enseñé lengua italiana en la Universidad de Edimburgo y en el Instituto Cultural Italiano de la capital escocesa. Coordinadora de los cursos de lengua y cultura italianas en Escocia e Irlanda del Norte , luego trabajé durante diez años para el Ministerio de Asuntos Exteriores en el consulado de Edimburgo. En estos años de estancia en Escocia, he escrito para periódicos y revistas nacionales que se ocupan en particular de eventos musicales y culturales.

"En la carretera de nuevo"

Sintiendo la necesidad de compartir mi bagaje humano y cultural, ¿podría alguna vez ... quedarme detrás de un escritorio?

La respuesta ya no sopla en el viento; a partir de 2017 el proyecto se hace realidad, dejo mi puesto fijo y vuelvo al juego ... me convierto en Guía .

Es el atractivo humanístico que tiene sus raíces en los años de formación en las universidades de Padua, Siena, Trieste y Edimburgo.

"Cualquier día ahora, seré liberado"

Recuerdo los días con Alberto Angela siguiendo los pasos de Queen Mary Stuart (Superquark), las patrullas en Inverness con los fanáticos de Outlander, el lujoso picnic con los seguidores del equipo italiano de rugby a orillas del lago Lomond, las canciones bajo la lluvia de Skye. Algunos viajeros han mostrado cualidades particulares. Envidié a los que recibieron energías esotéricas en la capilla de Rosslyn, a los que vieron unicornios , raros, pero aún allí, ya los que filmaron la prueba inconfundible de la existencia de Nessie.

"Mi corazón está en las tierras altas"

La sensación del espacio infinito, el verde cambiante de las colinas,

los lagos que reflejan leyendas, el entusiasmo de los festivales gaélicos,

sesiones de música folclórica, bailes folclóricos, pernoctaciones en hoteles victorianos, el arcoíris después de la tormenta, el encanto de la aurora boreal, y nuevamente rebotar en los musgos, perderse entre los círculos de piedra, encontrarse en un espacio y en un tiempo remoto. .

Por todo eso ... ¡Vivo mi profesión de conductor como una preciosa oportunidad a la que respondo con total ilusión!